viernes, 25 de octubre de 2013

La dificuldad de vivir sin máscaras

Según un reciente estudio científico, disfrazar la realidad es un arma psicológica que utilizamos para mejorar nuestras expectativas vitales pero encubre muchos riesgos. Todos solemos usar maquillaje ante el espejo para disimular nuestros difectos y sentirnos cómodo en nuestra piel. Esta "estrategía" llama la atención de expertos como neurólogos, antropólogos y psicólogos que han descubierto por medio de investigaciones, que no nos interesa conocer la realidad de algunos aspectos de nuestra personalidad mientras que estamos dispuestos a cualquier cosa para ocultar otros de ellos. Además parece más fácil ser honestos y sinceros en cuestiones que no afectan a nuestra autostima, en cambio disimulamos la verdad y recurrimos al "lifting psicológico", como lo define el periodista del artículo. Este comportamiento es el resultado, según lo psicológo social de la Universidad de Washington Jonathan D.Brown, de la posible culpabilidad que algunas cuestiones podrían generarnos. Por lo tanto intentamos maquillar la verdad porque nos da vergüenza y no queremos caer en la autocompasión.
Vivimos en un mundo que nos ofrece la ocasión de ser quien queremos pero al mismo tiempo es un mundo donde la gente juzga, observa. A menudo tengo la impresión de deber aprobar continuamente un exámen, el exámen que te dice si estas a la altura de otras personas y de los desafíos que occurren día por día. Por eso es complicado ser siempre sí mismo y el maquillaje se demostra la arma más cómoda y sencilla para enfrentar el Mundo, es una máscara que permite protegernos. A nosotros mismos corresponde decidir cúando y con quién bajar las máscaras, o sea las defensas. ¿Qué esperamos?  ¿Por qué seguimos engañando a nosotros mismos?

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